sábado, 5 de junio de 2010

DÍA SEIS: CBO


Y os preguntareís: "diantres, ¿qué demonios es un CBO?". Pues no se trata de un prototipo de C3PO ni de una organización gubernamental dedicada al tráfico de drogas (o a lo mejor sí y les acabo de desenmascarar); es más bien el último menú del McDonald´s que me faltaba por probar, con el que ya soy un hombre completo. Su nombre está constituído por las siglas de Chicken, Bacon and Onion (Pollo, Bacon y Cebolla), que según su eslogan, son los ingredientes de una bomba de sabor perfecta, que poco más y se come a sí misma.

Lo cierto es que hasta el momento, junto con el McPollo, ha sido mi hamburguesa favorita, pero es que también es una de las más caras, aunque merece la pena. Su pan es muy sabroso e incluye una salsa que es equivalente al polvo de ángeles. Es un poco más grande que la media, y su combinación con las patatas es mejor que aquel vídeo donde se combinaban Jenna Jameson y Carmen Luvana. Tras la degustación, me he quedado feliz y sonriente, hasta que he percibido que la gente me miraba extrañada. En cuanto a la bebida, hoy ha sido agua, que estaba un poco calentuja, pero con el tremendo calor en el exterior, ni me he percatado. Y eso es otro punto a favor del McDonald´s, que en sus locales hay aire acondicionado y, de cuando en cuando, musicote. Otra cosa son los niñatos que te torturan con sus móviles reggaetoneros a todo volumen. Si la globalización ha traído a España McDonald´s y a Daddy Yankee, yo me quedo con lo primero, sin duda.



El postre ha sido un cono de nata con kit-kat encima, un producto relativamente reciente, para los paladares menos exigentes, ya que es una cosa muy sencilla, aunque te deja fresco y con buen sabor de boca, como el Colgate.

Como cada día, me he notado perfectamente, sin fatiga ni dolores varios, sin quejas ni ganas de dejar esta dieta, sin adicción y también sin pelas casi. Es por ello que comunico que este experimento, definitivamente, sólo va a abarcar esta semana, simplemente por razones monetarias, no porque me encuentre mal o haya empezado a odiar esta comida. Todo lo contrario, ahora la amo más que nunca y he descubierto que no es tan perjudicial como la pintan. Si algún día veo a Morgan Spurlock por la calle, le escupo en la cara y le doy la dirección de mi blog (no necesariamente en ese orden). Vamos, que mañana es mi último día y lloraré este final, más que con el de Forrest Gump.

Por la tarde he tenido que currar a destajo y he acabado la jornada como cualquier día, sin cansancio de más ni ganas de aniquilar a todos mis compañeros de trabajo, como parecía que le pasaba a Spurlock "el manipulador".

Y de regalo para mis fieles lectores (alguno habrá), he aquí una campaña publicitaria de otra cadena de comida rápida, que incluye a los más famosos psicópatas del cine moderno. Realmente buena:

http://www.aullidos.com/leer_noticias.asp?id_noticia=8548

Y para los que gustan de los asesinos de masas, ahí tenéis:

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