jueves, 10 de junio de 2010
CONCLUSIONES
Como sabéis, a no ser que en vuestro pueblo no exista Internet, durante toda la semana pasada estuve comiendo y cenando exclusivamente en McDonald´s, probando todos los menús y buena parte de los productos alimenticios de la cadena (postres, ensaladas, complementos y guarniciones...), para realizar un experimento similar al de Super Size Me y descubrir si las secuelas del protagonista de aquel documental eran reales, o un pelín exageradas y fingidas. Los que hayan seguido mi día a día en el restaurante más famoso del mundo, sabrán que mi organismo se ha mantenido estable, mi humor normal, no he sufrido dolores o depresiones, y he estado igual que siempre; vamos, que ha sido una semana más, pero con una dieta más concreta, que no me ha afectado negativamente, ni lo más mínimo, lo puedo asegurar. Vale, me encanta este tipo de comida, pero los hechos son los hechos; sólo he comido en McDonald´s durante una semana y no he notado cambios en mi metabolismo, he podido retomar una alimentación normal esta semana y no me han salido aliens por todo el cuerpo, a pesar de haber comido de todo en McDonald´s.
Algún listo pensará que mi intención es vanagloriar a esta franquicia por interés, no más lejos de lo que hacía Spurlock en Super Size Me, pero al revés. No obstante, aunque mi primera idea era desmentir las conclusiones de dicho documental cinematográfico, después me lo propuse como un diario en el cual relatar si verdaderamente me encontraba mal a cada día que pasaba. Y juro y perjuro por Ronald McDonald que no me ha sentado mal la experiencia vivida. Más bien lo contrario, me alimenté bien, sin tener ninguna clase de adicción y podría haber seguido con ello, pero mi capacidad económica es limitada, así que ahora toca comer sandwiches caseros a diario.
Por tanto, puedo asegurar que las reacciones de Morgan Spurlock eran totalmente exageradas y falsas, y para explicarlo, voy a analizar los efectos de la primera semana en Spurlock y en mí, según lo expuesto en su filme.
Para empezar, el segundo día, Spurlock pide un menú extragrande, que le lleva casi una hora; al final, acaba potando el sabroso alimento (pobres niños africanos, con el hambre que pasan). He de reconocer que en España no existe ese tipo de menú, pero sí el menú grande y hermoso, que me tocó consumir casi siempre, tanto por la noche como por el día. Siempre me lo comí muy a gusto, nunca vomité ni sentí naúseas o malestar, y no tardaba en engullir todo más de 20 minutos. Lo que quiero decir es que puedes llevar una dieta equilibrada en McDonald´s si te pides menús normales, incluso con su postrecito, que te llena y te deja buen cuerpo. No es necesario pedirse siempre el menú Godzilla, pues con otros menús te sacias igual. ¿Que de vez en cuando lo pides? Genial, otra cosa es pedirlo a diario en cada comida.
En cinco días, el protagonista aumenta su peso en casi 5 kilos, o eso dice él. Yo en 7, no engordé apenas, y eso que la semana pasada trabajé menos que de costumbre, apenas caminé y no hice nada de ejercicio extra (siempre pillaba el ascensor en casa). Por otro lado, afirma que se siente deprimido, aletargado y con dolor de cabeza, además de considerarse adicto a la comida de este tipo, tras solamente ¡cinco días! Venga hombre, no me jorobes, nenaza. Ninguna de dichas sensaciones experimentó mi cuerpo, ninguna. En cuanto a la adicción, si hubiera querido dejarlo, lo hubiera hecho, pero me debo a mis lectores y a lo que quería transmitir al mundo, este mensaje de amor y paz hacia la comida rápida, que no es tan mala como la pintan. Nunca llegué a sentir la imperiosa necesidad de seguir comiendo hamburguesas sin parar. Yo llegaba, comía, me iba a casa, y hasta la siguiente comida no me entraba el apetito. Pero es que en los últimos años, desde los diferentes medios nos quieren imponer una especie de moda acerca de la comida que ellos consideran sana, dedicando a este tema noticias de televisión, programas enteros o extensos artículos en las publicaciones escritas, algo impensable hace un tiempo. No hay informativo de Antena 3 que no incluya una aburrida e innecesaria noticia sobre cómo cocinar sin grasas, o la última feria del bacalao de Euskadi. Y esto lo explica mejor que yo el único Doctor Repronto, que consigue unir dos temas tan dispares como la moda y la alta cocina, con el pesado de Ferrán Adriá a la cabeza (seguro que luego se jarta a tortilla y jamón):
http://minchinela.com/repronto/2009/12/01/capitulo-28-a-pedir-de-boca/
También, durante esa primera semana, asistimos a la declaraciones de la espesita novia del tal Spurlock, que afirma que sus relaciones sexuales ya no son las mismas. Seguro que Spurlock tenía una amante, y por eso estaba más distante. Yo lo digo sin tapujos: mi miembro viril ha estado a tope estos días. Que la próxima vez se graben durante el coito, para poder comentar con objetividad.
Debido a la cantidad de grasas e hidratos de carbono, Spurlock pronto se empieza a plantear si abandonar esa dieta, aunque al final continúa hasta el día 30. Yo jamás lo pensé, porque no me encontré mal en ningún instante, en serio. También sufre extrañas palpitaciones en el corazón. Yo no. Y es que Spurlock parece hecho de horchata, por favor.
Lo que hace Spurlock es una exageración, ya que incluso toma el desayuno grande en McDonald´s, pero es que este sitio no está pensado para ello. He aquí lo que un grupo de críticos dijeron acerca del documental:
Los críticos de la película sostienen que el autor intencionalmente consume un promedio de 5000 kcal por día sin hacer ejercicio, y que los resultados habrían sido los mismos, independientemente de la fuente del exceso.
Lo dicho, incluso la dieta propuesta por la nutricionista de Spurlock parece estar hecha a mala leche. Yo creo que alguien deseaba la muerte de este hombre. Pero como he dicho antes, si tú tomas un menú normal, con su carne, sus patatas, su bebida y un postre alguna ocasión, el resultado es óptimo. El tema es que también hay que variar, y comer pescado, frutas..., que esta cadena no incluye en sus existencias. Pero tampoco le vayas a pedir a Arzag que te fría un par de chuletas con huevos fritos y patatas.
He dejado pasar unos días, he vuelto a visionar el documental y sigo en mis trece de que hay una campaña en contra de este tipo de comida, y especialmente de McDonald´s, ya que pocas veces salen noticias negativas del Kentucky Fried Chicken o del Burrikín. No me extrañaría nada que Spurlock hubiera sido pagado para hablar mal de McDo y exagerar sus secuelas, con el fin de desprestigiar este lugar. Si no, menudo documental más aburrido, ¿verdad?
El otro día, un amigo me comentó que cuando era pequeño, él y su hermana fueron llevados a McDonald´s, donde engulleron y se divirtieron a partes iguales. El problema vino cuando, una vez en casa, él potó la cena y ella comenzó a sufrir una reacción alérgica en todo su cuerpo. Desde entonces, prefieren comer en Burger King. Lo entiendo, pero yo también me he puesto malo cenando en sitios de categoría o en bares comunes. Es muy sencillo, conque un ingrediente esté caducado, una mayonesa haya sido expuesta al calor o haya algo en mal estado, es fácil que en un sitio público como es un restaurante, un alimento esté malo y provoque alergias, dolores de barriga o cualquier otra enfermedad. Sucede en las mejores casas, no os preocupéis y volved a McDonald´s, allí se os echa en falta y os recibirán con los brazos abiertos. Porque McDonald´s pasa todos los controles de calidad de la UE. Y si sobornan a los nutricionistas, el problema y la falta de moral es de dichos nutricionistas y de la propia UE.
Esto se acaba y siento que he hecho algo bueno. Habrá quien no me crea y siga insultando lo que representa este tipo de comida. Esa persona se lo pierde: se pierde esos aromas, esos sabores, esas agradables texturas... Se pierde a mis tres musas, el McPollo, el McBacon y el CBO; se pierde sus ricas patatas, y esas bebidas refrescantes que parecen sudar en el bote. Gente, vamos todos a McDonald´s, a gozar y a disfrutar de sus menús, a reír y a gastarnos poco. Dejemos que nuestros paladares se lo pasen en grande con esta genial carne. No hablemos mal de la comida rápida, sino de otras comidas que están sobrevaloradas. Dejemos de hacer campaña en contra de estos lugares, que no son Satán. Cojámonos de las manos y vayamos todos cantando al McDonald´s más cercano. Este blog cierra por vacaciones, pero su dueño seguirá yendo a McDonald´s cuando le apetezca, cuando salga por ahí un fin de semana o cuando la cartera no dé para más. He descubierto que no hago nada malo si entro en un McDonald´s, que tengo que obviar las miradas. Super Size Me es un fraude, que quede claro; eso sí, es un buen documental que ataca la publicidad y la forma de vida americanos, y para ello se sirve de su institución más famosa a nivel global. Podría haber hecho lo mismo usando a Disney, y alcanzar las mismas conclusiones y fines. Viva McDonald´s, viva Mario Size Me, y viva la cara de satisfacción que sigue:
¡Hasta pronto!
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