jueves, 10 de junio de 2010

CONCLUSIONES


Como sabéis, a no ser que en vuestro pueblo no exista Internet, durante toda la semana pasada estuve comiendo y cenando exclusivamente en McDonald´s, probando todos los menús y buena parte de los productos alimenticios de la cadena (postres, ensaladas, complementos y guarniciones...), para realizar un experimento similar al de Super Size Me y descubrir si las secuelas del protagonista de aquel documental eran reales, o un pelín exageradas y fingidas. Los que hayan seguido mi día a día en el restaurante más famoso del mundo, sabrán que mi organismo se ha mantenido estable, mi humor normal, no he sufrido dolores o depresiones, y he estado igual que siempre; vamos, que ha sido una semana más, pero con una dieta más concreta, que no me ha afectado negativamente, ni lo más mínimo, lo puedo asegurar. Vale, me encanta este tipo de comida, pero los hechos son los hechos; sólo he comido en McDonald´s durante una semana y no he notado cambios en mi metabolismo, he podido retomar una alimentación normal esta semana y no me han salido aliens por todo el cuerpo, a pesar de haber comido de todo en McDonald´s.

Algún listo pensará que mi intención es vanagloriar a esta franquicia por interés, no más lejos de lo que hacía Spurlock en Super Size Me, pero al revés. No obstante, aunque mi primera idea era desmentir las conclusiones de dicho documental cinematográfico, después me lo propuse como un diario en el cual relatar si verdaderamente me encontraba mal a cada día que pasaba. Y juro y perjuro por Ronald McDonald que no me ha sentado mal la experiencia vivida. Más bien lo contrario, me alimenté bien, sin tener ninguna clase de adicción y podría haber seguido con ello, pero mi capacidad económica es limitada, así que ahora toca comer sandwiches caseros a diario.

Por tanto, puedo asegurar que las reacciones de Morgan Spurlock eran totalmente exageradas y falsas, y para explicarlo, voy a analizar los efectos de la primera semana en Spurlock y en mí, según lo expuesto en su filme.



Para empezar, el segundo día, Spurlock pide un menú extragrande, que le lleva casi una hora; al final, acaba potando el sabroso alimento (pobres niños africanos, con el hambre que pasan). He de reconocer que en España no existe ese tipo de menú, pero sí el menú grande y hermoso, que me tocó consumir casi siempre, tanto por la noche como por el día. Siempre me lo comí muy a gusto, nunca vomité ni sentí naúseas o malestar, y no tardaba en engullir todo más de 20 minutos. Lo que quiero decir es que puedes llevar una dieta equilibrada en McDonald´s si te pides menús normales, incluso con su postrecito, que te llena y te deja buen cuerpo. No es necesario pedirse siempre el menú Godzilla, pues con otros menús te sacias igual. ¿Que de vez en cuando lo pides? Genial, otra cosa es pedirlo a diario en cada comida.

En cinco días, el protagonista aumenta su peso en casi 5 kilos, o eso dice él. Yo en 7, no engordé apenas, y eso que la semana pasada trabajé menos que de costumbre, apenas caminé y no hice nada de ejercicio extra (siempre pillaba el ascensor en casa). Por otro lado, afirma que se siente deprimido, aletargado y con dolor de cabeza, además de considerarse adicto a la comida de este tipo, tras solamente ¡cinco días! Venga hombre, no me jorobes, nenaza. Ninguna de dichas sensaciones experimentó mi cuerpo, ninguna. En cuanto a la adicción, si hubiera querido dejarlo, lo hubiera hecho, pero me debo a mis lectores y a lo que quería transmitir al mundo, este mensaje de amor y paz hacia la comida rápida, que no es tan mala como la pintan. Nunca llegué a sentir la imperiosa necesidad de seguir comiendo hamburguesas sin parar. Yo llegaba, comía, me iba a casa, y hasta la siguiente comida no me entraba el apetito. Pero es que en los últimos años, desde los diferentes medios nos quieren imponer una especie de moda acerca de la comida que ellos consideran sana, dedicando a este tema noticias de televisión, programas enteros o extensos artículos en las publicaciones escritas, algo impensable hace un tiempo. No hay informativo de Antena 3 que no incluya una aburrida e innecesaria noticia sobre cómo cocinar sin grasas, o la última feria del bacalao de Euskadi. Y esto lo explica mejor que yo el único Doctor Repronto, que consigue unir dos temas tan dispares como la moda y la alta cocina, con el pesado de Ferrán Adriá a la cabeza (seguro que luego se jarta a tortilla y jamón):

http://minchinela.com/repronto/2009/12/01/capitulo-28-a-pedir-de-boca/

También, durante esa primera semana, asistimos a la declaraciones de la espesita novia del tal Spurlock, que afirma que sus relaciones sexuales ya no son las mismas. Seguro que Spurlock tenía una amante, y por eso estaba más distante. Yo lo digo sin tapujos: mi miembro viril ha estado a tope estos días. Que la próxima vez se graben durante el coito, para poder comentar con objetividad.

Debido a la cantidad de grasas e hidratos de carbono, Spurlock pronto se empieza a plantear si abandonar esa dieta, aunque al final continúa hasta el día 30. Yo jamás lo pensé, porque no me encontré mal en ningún instante, en serio. También sufre extrañas palpitaciones en el corazón. Yo no. Y es que Spurlock parece hecho de horchata, por favor.

Lo que hace Spurlock es una exageración, ya que incluso toma el desayuno grande en McDonald´s, pero es que este sitio no está pensado para ello. He aquí lo que un grupo de críticos dijeron acerca del documental:

Los críticos de la película sostienen que el autor intencionalmente consume un promedio de 5000 kcal por día sin hacer ejercicio, y que los resultados habrían sido los mismos, independientemente de la fuente del exceso.

Lo dicho, incluso la dieta propuesta por la nutricionista de Spurlock parece estar hecha a mala leche. Yo creo que alguien deseaba la muerte de este hombre. Pero como he dicho antes, si tú tomas un menú normal, con su carne, sus patatas, su bebida y un postre alguna ocasión, el resultado es óptimo. El tema es que también hay que variar, y comer pescado, frutas..., que esta cadena no incluye en sus existencias. Pero tampoco le vayas a pedir a Arzag que te fría un par de chuletas con huevos fritos y patatas.

He dejado pasar unos días, he vuelto a visionar el documental y sigo en mis trece de que hay una campaña en contra de este tipo de comida, y especialmente de McDonald´s, ya que pocas veces salen noticias negativas del Kentucky Fried Chicken o del Burrikín. No me extrañaría nada que Spurlock hubiera sido pagado para hablar mal de McDo y exagerar sus secuelas, con el fin de desprestigiar este lugar. Si no, menudo documental más aburrido, ¿verdad?

El otro día, un amigo me comentó que cuando era pequeño, él y su hermana fueron llevados a McDonald´s, donde engulleron y se divirtieron a partes iguales. El problema vino cuando, una vez en casa, él potó la cena y ella comenzó a sufrir una reacción alérgica en todo su cuerpo. Desde entonces, prefieren comer en Burger King. Lo entiendo, pero yo también me he puesto malo cenando en sitios de categoría o en bares comunes. Es muy sencillo, conque un ingrediente esté caducado, una mayonesa haya sido expuesta al calor o haya algo en mal estado, es fácil que en un sitio público como es un restaurante, un alimento esté malo y provoque alergias, dolores de barriga o cualquier otra enfermedad. Sucede en las mejores casas, no os preocupéis y volved a McDonald´s, allí se os echa en falta y os recibirán con los brazos abiertos. Porque McDonald´s pasa todos los controles de calidad de la UE. Y si sobornan a los nutricionistas, el problema y la falta de moral es de dichos nutricionistas y de la propia UE.

Esto se acaba y siento que he hecho algo bueno. Habrá quien no me crea y siga insultando lo que representa este tipo de comida. Esa persona se lo pierde: se pierde esos aromas, esos sabores, esas agradables texturas... Se pierde a mis tres musas, el McPollo, el McBacon y el CBO; se pierde sus ricas patatas, y esas bebidas refrescantes que parecen sudar en el bote. Gente, vamos todos a McDonald´s, a gozar y a disfrutar de sus menús, a reír y a gastarnos poco. Dejemos que nuestros paladares se lo pasen en grande con esta genial carne. No hablemos mal de la comida rápida, sino de otras comidas que están sobrevaloradas. Dejemos de hacer campaña en contra de estos lugares, que no son Satán. Cojámonos de las manos y vayamos todos cantando al McDonald´s más cercano. Este blog cierra por vacaciones, pero su dueño seguirá yendo a McDonald´s cuando le apetezca, cuando salga por ahí un fin de semana o cuando la cartera no dé para más. He descubierto que no hago nada malo si entro en un McDonald´s, que tengo que obviar las miradas. Super Size Me es un fraude, que quede claro; eso sí, es un buen documental que ataca la publicidad y la forma de vida americanos, y para ello se sirve de su institución más famosa a nivel global. Podría haber hecho lo mismo usando a Disney, y alcanzar las mismas conclusiones y fines. Viva McDonald´s, viva Mario Size Me, y viva la cara de satisfacción que sigue:



¡Hasta pronto!

domingo, 6 de junio de 2010

DÍA SIETE: Uno X Uno


Hola, queridos lectores y amadas fans que anheláis mi cuerpo esbelto y fuerte tras semejante dieta. Ha acabado mi semana McDonald´s y con ella, una de las mejores semanas de mi vida, comiendo algo que me gusta por el placer de desmantelar una mentira, una conspiración semejante al Área 51 de Estados Unidos. Y para acabar por todo lo alto esta experiencia que contaré en un futuro a mis nietos ("niños, yo no fui a la guerra, pero sobreviví comiendo fast food durante una semana"), he decidido pedirme todos los productos de un euro del local, de la oferta Uno X Uno que te sirve para ahorrar comiendo bien (toma eslogan del LIDL), a lo largo del día, sin ver resentido mi estado anímico ni tener ganas de suicidarme, a pesar del calor, que hace que los chicos observemos más el mundo a nuestro alrededor (los solteros me entenderán).



Lo que voy a hacer hoy es analizar cada uno de los productos incluídos en esta promoción, que espero no finalice jamás. Y es que aunque termine este experimento, las puertas de McDollar nunca se cerrarán para mi apetito voraz:
- Hamburguesa normal: la de toda la vida, con la que nuestros antepasados sobrevivieron en la guerra, con su pan y su carne, común y corriente, pero con ese algo especial que sólo hay en McDonald´s.
- Hamburguesa con queso: igual que la de antes, pero con un ingrediente sorpresa. ¿Sabríais decirme cuál es? Única en su especie. Poco más y te come a tí.
- Chicken Burguer BBK: esta es de pollo, para los que no hayan estado en Londres tres meses, con una magnífica salsa barbacoa que te pone duros los pezones. Muy rica. La cena ideal para un primera cita.
- Patatas fritas: aunque vienen en una cutre bolsa, están como siempre, así que puedes decir que comes verdura también cuando vas a McDonald´s y quedar de lujo con tus amigos.
- Aros de cebolla: su nombre no lleva a engaño. Vienen bastantes y te dejan satisfecho, no como el final de Lost.
- Ensalada de la huerta: dudo mucho que venga de la huerta, pero contiene bastantes ingredientes distintos y resulta pasable. Eso sí, yo le pondría carne. Es más grande de lo que esperas, así que cuidado con los fertilizantes.
- Fruit & Yoghourt: una especie de mousse hecha con leche, frutas del bosque y una creman+ que no quiero saber qué es, pero que te llena de orgullo y satisfacción. Es un postre molón, que ni la hermana del Arguiñano: "como dijo Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo comoooooo..."
- Cono de nata con kit-kat: no estoy hablando de comida para gatos. Es un clásico del verano, como Georgie Dann. ¡Si estás acalorado, cono de nata mcdonalizado!
- Café y glaseado: pese a que debería tomarse exclusivamente en el desayuno, se puede pedir a cualquier hora. El café está fuerte y rico, y en compañía del Donut glaseado es lo más (mejor en compañía de Leonor Watling, pero no voy a exigir).
- Chicken Move It: unas barritas de pollo que debes mezclar con una salsa barbacoa ¡en polvos! para que su sabor sea el adecuado. No me entusiasmaron el día que las probé, pero la forma de combinar la carne con la salsa me parece un invento de libro.



Son 10 productos en total y aunque deberían incluir la bebida también entre este equipo A, son todos geniales, mis mejores amigos. Hay variedad para confeccionar tu propio menú y no te quedas con hambre si sabes elegir. Gracias al que creó esta forma de vender en McPatoDonald´s.

Buscando la imagen que ahora mismo corona este post, he encontrado el blog de un chaval que ha trabajado varios años en un restaurante McDonald´s para sacarse unas perrillas en verano, que ofrece una versión muy realista de la realidad de estos sitios. No dejéis de leerlo (no parad hasta que os sangren las córneas).

Y bueno, ya ha terminado mi particular alimentación de esta semana, que me ha dejado tal como estaba la semana anterior en cuanto a salud, humor, ganas de seguir viviendo y también en lo que respecta a mi vida sexual. No obstante, no ha mejorado mi salario, pero no voy a pedirle todo a esta franquicia. Reflexiono sobre mi actitud y mi yo hace una semana, y ahora soy igual pero me encuentro aún mejor, he alcanzado el Nirvana. Ya en serio, me he alimentado bien, no he tenido problemas y sigo vivo, ¿qué mas puedo pedir? Pero no creáis que esta es la sentencia de este, vuestro blog amigo, sino que en los próximos días llegará un post final, con el que cerrar esta bella semana, mi propia Semana Santa. En él, expondré mis conclusiones, haré una breve recopilación de la semana y me cagaré en la madre de los autores de Super Size Me y en todos aquellos que intentan desprestigiar McDonald´s y la comida rápida del mundo, sin tener idea. ¡Que todos aquellos que aman la comida rápida se unan y que se escuche su voz! ¡Uníos, somos fuertes! ¡Que levante la mano aquel que jamás haya probado la comida rápida o no le haya gustado; nadie levantará ni un dedo! ¡Y si lo hacen, tirad la primera piedra! ¡Viva el McDonald´s, viva la comida barata, que no mata! ¡Abajo Super Size Me! ¡Viva Mario Size Me! Corderos de Dios, he pasado por esta experiencia para redimir a aquellos pecadores que reniegan del fast food, pero que la devoran a escondidas y se chupan los dedos con restos de ketchup. Ahora me siento feliz y pleno, no hay nada que temer, comed y bebed en McDonald´s, ¡porque sólo así podréis salvaros! Y por cierto, mira que están limpios los aseos de estos locales, ya que sus empleados están obligados a cuidarlos cada media hora o así, para disfrute de los clientes, y por si no queda espacio en la sala principal. ¡Da gusto!

Y para compensar tanta tontería (aunque con mucho de verdad) en el párrafo anterior, ahí va una imagen graciosa, que puede que incluso os excite un poco. La incluyo porque un amigo mío, durante la cena, ha visto una chica bien guapa currando en McDo y se ha enamorado. ¡Todo es posible en McDonald´s!

sábado, 5 de junio de 2010

DÍA SEIS: CBO


Y os preguntareís: "diantres, ¿qué demonios es un CBO?". Pues no se trata de un prototipo de C3PO ni de una organización gubernamental dedicada al tráfico de drogas (o a lo mejor sí y les acabo de desenmascarar); es más bien el último menú del McDonald´s que me faltaba por probar, con el que ya soy un hombre completo. Su nombre está constituído por las siglas de Chicken, Bacon and Onion (Pollo, Bacon y Cebolla), que según su eslogan, son los ingredientes de una bomba de sabor perfecta, que poco más y se come a sí misma.

Lo cierto es que hasta el momento, junto con el McPollo, ha sido mi hamburguesa favorita, pero es que también es una de las más caras, aunque merece la pena. Su pan es muy sabroso e incluye una salsa que es equivalente al polvo de ángeles. Es un poco más grande que la media, y su combinación con las patatas es mejor que aquel vídeo donde se combinaban Jenna Jameson y Carmen Luvana. Tras la degustación, me he quedado feliz y sonriente, hasta que he percibido que la gente me miraba extrañada. En cuanto a la bebida, hoy ha sido agua, que estaba un poco calentuja, pero con el tremendo calor en el exterior, ni me he percatado. Y eso es otro punto a favor del McDonald´s, que en sus locales hay aire acondicionado y, de cuando en cuando, musicote. Otra cosa son los niñatos que te torturan con sus móviles reggaetoneros a todo volumen. Si la globalización ha traído a España McDonald´s y a Daddy Yankee, yo me quedo con lo primero, sin duda.



El postre ha sido un cono de nata con kit-kat encima, un producto relativamente reciente, para los paladares menos exigentes, ya que es una cosa muy sencilla, aunque te deja fresco y con buen sabor de boca, como el Colgate.

Como cada día, me he notado perfectamente, sin fatiga ni dolores varios, sin quejas ni ganas de dejar esta dieta, sin adicción y también sin pelas casi. Es por ello que comunico que este experimento, definitivamente, sólo va a abarcar esta semana, simplemente por razones monetarias, no porque me encuentre mal o haya empezado a odiar esta comida. Todo lo contrario, ahora la amo más que nunca y he descubierto que no es tan perjudicial como la pintan. Si algún día veo a Morgan Spurlock por la calle, le escupo en la cara y le doy la dirección de mi blog (no necesariamente en ese orden). Vamos, que mañana es mi último día y lloraré este final, más que con el de Forrest Gump.

Por la tarde he tenido que currar a destajo y he acabado la jornada como cualquier día, sin cansancio de más ni ganas de aniquilar a todos mis compañeros de trabajo, como parecía que le pasaba a Spurlock "el manipulador".

Y de regalo para mis fieles lectores (alguno habrá), he aquí una campaña publicitaria de otra cadena de comida rápida, que incluye a los más famosos psicópatas del cine moderno. Realmente buena:

http://www.aullidos.com/leer_noticias.asp?id_noticia=8548

Y para los que gustan de los asesinos de masas, ahí tenéis:

viernes, 4 de junio de 2010

DÍA CINCO: Happy Meal


Hoy ha tocado Happy Meal, hoy era el día para sentirse como un niño, retornar a la infancia, a la felicidad más inocente y al juguete dentro de la caja. No he experimentado la misma alegría de antaño, cuando venía a Madrid con mi familia, proponía comer en McDonald´s y todos accedían a regañadientes. Incluso recuerdo que un día me tocó una hamburguesa enana con un premio dentro de mi Happy Meal, lo cual me alegró y me alimentó a partes iguales. Hoy me ha dado un poco de vergüenza cuando he notado que unas niñas me miraban, viendo que me estaba zampando un Happy Meal para críos, pero ahora mi estómago lo agradece. Ya pillaré a esas niñas cuando tengan un par de años más...



Tenía muchas variantes para elegir y crear mi Menú Feliz, y me he decantado por lo siguiente: de primero, un Chicken Roll; de segundo, patatas Deluxe grasientas con su salsita de ajo; para beber, un zumito multifrutas especialmente recomendado para los pequeños de la casa; y de postre, una bebida digestiva de esas con sabor a fresa (Actimelízate), lo menos suculento de todo el conjunto. Es el más barato de todos los menús, aunque también el que menos satisfecho te deja, a no ser que seas un baby, claro, para ellos está dirigido este producto, como demuestra su publicidad. También había hamburguesas con queso y sin él para elegir, patatas normales, nuggets de pollo, Danonino, refrescos, agua, ensalada o dulce, pero mi elección me parece acertada, para intentar probar cosas que no he catado en días pasados.



En cuanto al juguete, supongo que habrá habido tiempos mejores, pero ahora que no promocionan ningún filme, me ha tocado una concha con un pulpo encima, que sumerges en agua y te la lanza, cual pistolita tocapelotas de verano. Hubiera preferido un muñeco de Bob Esponja, pero no se puede conseguir todo en esta vida de Dios. Y aunque este artículo del año 2003 pronosticaba que el Happy Meal iba a desaparecer ante falta de consumidores, a día de hoy sigue triunfando.



Ahora voy a hacer un ranking de cómo me encuentro tras cinco días dándolo todo, puntuando de 0 (nada) a 10 (mucho):
Malestar: 0
Salud: 10
Cansancio o fatiga: 0
Dolores de cabeza: 0
Dolores físicos: 2
Mal humor: 1 (y no fue por mi culpa, que conste)
Vómitos: 0
Capacidad para dormir plácidamente: 10
Adicción, necesidad de comer más: 2
Ganas de globalización y de imponer la cultura estadounidense: 4
Vida sexual:

Esta tarde tengo que trabajar y por la noche saldré, así que no habrá actualizaciones hasta mañana (o quizá de madrugada), pero intentaré cenar algo, no os preocupéis, aunque sea una de las hamburguesas de un euro.

I´m Loving IT!

jueves, 3 de junio de 2010

DÍA CUATRO: McRoyal Deluxe y New York Crispy


Me vuelve loco el spot de arriba, una guerra de sexos motivada por McDonald´s, que termina con un final feliz. Y es que digo una y otra vez que la gente que lleva a cabo las campañas publicitarias de este lugar, tiene mucho humor, sabe jugar con la ironía, son creativos hasta la médula y saben reírse de sí mismos. Y ya si hablamos de los anuncios destinados a los niños, con su payasete, sus fiestas de cumpleaños y sus parques de recreo, nos hallamos ante los anuncios más efectivos del mundo. Y la imaginación y la creatividad siempre son positivos.


Tras unos minutos para despejarme de la resaca mañanera y eliminar mis legañas como quesos, he ido de nuevo al McDonado de Montera (por culpa del calor no quería andar más de 100 metros seguidos), un restaurant que tiene un premio del Ministerio de Comercio e Industria, por su tradición en Madrid, y he pedido mi último menú del grupo de los menús de toda la vida, aquellos que siempre han estado ahí: el McRoyal Deluxe, la hamburguesa más clásica de este Olimpo del fast food, con su carne normalita, su verdura para los exquisitos y sus cantidades ingentes de mostaza y ketchup. Pese a no ser mi preferida, mi cuerpo la ha gozado y creo que la ha aprovechado al 100 por 100, en compañía de una Coca-Cola Zero, quizá el peor invento desde la versión española de Matrimonio con Hijos, sin sabor y sin ná de ná. Menos mal que ahí estaban las patatas salerosas para compensar este desequilibrio alimenticio. Aquí teneís la receta (con erratas incluídas) para preparar esta sencilla hamburguesa en casa, y tener el McDonald´s en tu propia cocina. Y aquí, su página personal de Facebook; sólo a un genio se le ha podido ocurrir crearla.


La tarde ha transcurrido normal, mi cuerpo ha funcionado a pleno rendimiento y ni siquiera me he peído en mi habitación-leonera. He ido a la FNAC con unos amigos y después a pasear, todo entre sonrisas y alegría. Hemos decidido por un acuerdo unánime y sin problemas, ir a tomar un helado, y como el Palazzo estaba hasta los ojos, he propuesto ir a donde ya sabéis todos. He probado al fin un postre que me estaba llamando hacía días, el Sundae con chocolate blanco, que viene con una bolsita con trozos de almendra, para que la explosión de sabor en la boca sea fulminante. Riquísimo, las cosas como son, una merienda sin parangón, aunque un bocadillo de chorizo habría venido de perlas. Pero para reclamaciones, habría que acudir a la página web de McDonald´s España, un sitio donde eres bienvenido y donde ves cómo se hace una hamburguesa mientras se carga la página principal. Total. La última noticia publicada en este site, informa de que el jugador del Barça David Villa, come habitualmente con su familia en esta franquicia. Un deportista, y de los buenos.


Por la noche, tras haber probado ya todos los menús clásicos del ristorante, me he decantado por una de las caras, la New York Crispy, que me ha entusiasmado con su imagen, su nombre y su foto con la carne saliendo fuera del pan de sésamo. No ha tocado menú grande, mas me he quedado a gusto, gracias a la hamburguesa y su Sprite correspondiente. El sabor del pan y las tiras de panceta han sumado puntos a la ya de por sí rica hamburguesa. Y ahora estoy escribiendo esto, sin ningún malestar.

En serio, siento como si estuviera desmontando toda una conspiración de descrédito, mentiras y burlas. Como ocurre con el siguiente post de imágenes para herir los sentimientos de Cristiano Ronald McDonald, que he de reconocerlo, me ha hecho mucha gracia:

http://new.taringa.net/posts/humor/4519319/Ronald-Mcdonald:-buscando-empleo-tras-crisis-economica!.html

Seguiremos informando y comiendo.

DÍA TRES: Big Mac y McBacon


Espero que la foto de arriba no haya sido empleada para la publicidad de McDonald´s en algún país raro, porque perderían muchos millones y ganarían clientes extravagantes. Yo sólo la he usado, con todo respeto hacia mi restaurante favorito, para ilustrar mi día de ayer, cargado de comida variada y de la amabilidad por parte de los dependientes del restaurante de la calle Montera. Y si logro que alguien tenga arcadas gracias a susodicha imagen, me daré por satisfecho.

Sabiendo que en una sola semana es difícil que pueda probar todos los productos de esta fructífera empresa, he decidido variar más en los menús de cada día, pidiendo uno para comer y otro diferente para la cena (ya se sabe, desayuno de rico, comida de príncipe y cena de pobre). De igual modo, también trataré de gozar con el Happy Meal (consejo de El Cinéfilo Encubierto) y los productos de un euro, para comer bien y ahorrar a la vez. Además, guardaré el juguete del Happy Meal como recuerdo de esta experiencia, de este viaje interior iniciático, que me está ayudando a conocerme de verdad y a ser mejor persona. Eso sí, me sigue pareciendo que para las entrevistas de trabajo del personal que curra en Maradonal´s, escogen a gente fea. Supongo que será una política de empresa, para tratar a todos por igual, pues también contratan a gente que no tiene ni papa de español, pero oye, que te echas unas risas con ellos inventándote los nombres de los menús. Y de cuando en cuando, si los planetas se alinean, te encuentras con alguna chica guapa que te atiende amablemente, que está allí para pagar sus estudios, y eso me parece requetebien. Si es que en McDonald´s son hasta solidarios y les duele ver a gente obesa, en serio.


Pero vayamos a lo que nos interesa, la comida engullida el tercer día de mi Génesis particular, aunque yo no descansaré el domingo y estaré dándolo todo en el McDonald´s más cercano (la gente aún no me para para pedirme autógrafos ni me graban mietras como, para después subir el vídeo a Youtube). Por la tarde, antes de la siesta que todo lo arregla, fui de nuevo al McDon Johnson de la esquina de Montera, donde puedes disfrutar de la mejor comida acompañado por selectas señoritas. Debido a las largas colas que se forman en las horas punta, ahora una mujer muy maja va persona por persona, antes de que llegues a la barra, apuntando tu pedido, te proporciona un código que entregas al dependiente de turno, y tienes tu menú listo en un plis. Si antes era comida rápida, ahora ha superado la velocidad de la luz. Preparé bien mi estómago para el Big Mac, la superhamburguesa por antonomasia de esta fábrica de sueños llamada McDonald´s, con carnaza, queso, condimentos y dos pisos de placer vacuno. Me la zampé en menos tiempo de lo que tardaron en preparármela, y acto seguido me puse con las papas y la Coca-Cola Light, que hay que mantener el tipo para este verano. Pedí ketchup y mostaza de más, y me dio pena tener que tirar un par de sobres a la papelera, pero seguro que se pueden reciclar. Que conste que yo siempre tiro la basura en el McDonald´s, para ayudar a los empleados en su arduo trabajo, siempre de pie y sin poder probar bocado de esos suculentos alimentos. Pienso lo mismo con respecto a los seguratas de este tipo de locales, que se enfrentan a la peor escoria social, caminan de un lado a otro del sitio sin parar, para no aburrirse tiran la basura y limpian las bandejas, nadie les da conversación y sólo piensan en el fin de su jornada, cuando serán pagados con un buen menú, lo único que les ata a su trabajo y a la vida. Ah, no pedí postres, que me desvío del tema principal.

Y hablando de escoria social, vamos a hablar de la gente que va a McDonald´s (lo de escoria es broma, hombre). Es uno de los pocos restaurantes del mundo donde pueden sentarse casi juntos, un grupo de pijos y unos negros gangstas, una pandilla de alternativos con un mendigo, familias al completo con sintecho, niños con gente mayor, mujeres al lado de hombres... Me maravilla el comunismo que se desprende cuando te sientas en una de las mesas, y contemplas cómo un alto ejecutivo yuppie disfruta de su menú, al lado de una panda de emos con camisetas de Kurt Cobain. Y luego dicen que el McDonald´s sólo pretende conquistar el mundo y propagar el capitalismo y el imperialismo americano. Un McDonald´s es como un Mundial de fútbol, donde un país poderoso como Estados Unidos, se enfrenta en igualdad de condiciones contra un Estado tercermundista como Etiopía, siendo factible que el segundo humille al primero. Pues aquí todos somos iguales, nadie paga más que nadie, y todos nos hermanamos gracias al sabor del mejor vacuno.


La tarde estuvo bien y fue productiva: vi una peli en el cine, saqué dinero del cajero, llamé a Vodafone para solucionar un problema con mi teléfono móvil, recargué mi saldo, acompañé a dos amigos para echar currículums, hicimos el tonto en mi habitación y cuando me di cuenta, ya tocaba cenar otra vez, de modo que una sonrisa iluminó mi rostro, y todo sin fatiga, mal humor, dolores o encogimiento del miembro viril. Por la noche me tocó cenar menú grande McBacon, uno de los mayores manjares del mundo desde ya, con su quesito fundido, sus tiras de bacon, su salsa secreta y una cara que parece suplicar "cómeme". La bebida fue Lipton Ice Tea, para aguantar toda la noche a tope, colegas. Como prometí, también probaré todas las bebidas, inclusive la cerveza, a pesar del odio que siento hacia esta amarga bebida fabricada por Satán para dominarnos a todos.

La noche y madrugada la pasé con dos amigos en la terraza de mi céntrico y bien ubicado piso, mirando las estrellas pasar y gozando de nuestros respectivos menús. Bebimos all night long mucho calimotxo y no hubo nefastas consecuencias. Dormí bien, ya que a eso de las 6 me encontraba cansado, tras toda una noche de risas y tontunas, acompañando a mis amigos hasta Cibeles. En la caminata no me desmayé ni sentí deseos de desistir. El único problema ha venido a las 14 horas de la tarde, poco después de despertarme. Siempre digo que para que la resaca sea más llevadera, antes de acostarse hay que hacer un poco de ejericio, beber mucha agua, comer algo y cepillarse los dientes (esto último también es bueno para que tus padres sigan pensando que sales exclusivamente a dar paseos, sin consumir nada con metanol), pero ayer no cumplí esta premisa, así que ha habido una ligera resaca con el vinacho Gran Duque, motivando una ligera diarrea oscura. Pero vamos, me ha pasado otras veces y sé fehacientemente que la culpa no es de las hamburguesas. No hay malestar, no hay dolor, sólo calor y ganas de continuar con esto, que tanto me motiva. Por todo esto no he actualizado hasta ahora.

Os invito a leer este artículo, que habla sobre el Museo McDonald´s de Estados Unidos, un lugar con más Historia y más interesante que el Museo de Biología de Londres, prometido. Porque McDonald´s lleva muchos años en nuestras vidas, varias décadas alimentándonos y haciendo felices a nuestros hijos (bueno, a los que los tengan). Muchos de nuestros recuerdos cinéfilos y culturales están ligados a esta empresa, y todos de niños hemos querido ir a McDonald´s a comer, pese a la oposición paterna, que no sentía la felicidad de nosotros al ver tantos colores y tantos aromas concentrados en un mismo lugar. Hasta hace años no hubo McDonald´s en mi pueblo, y cuando se inauguró un McAuto, muchos viernes cenaba gracias a este local, disfrutando con la variedad de productos y flipándolo con el sabor y la textura del pastel de manzana, el mejor postre del Universo junto con las Natillas de mi abuela.

Me reitero en mi opinión de que McDonald´s no es tan fiero como lo pintan. Basta con ver la publicidad que realizan para comprobar que es lo más parecido al Paraíso. Para muestra, dos pezones:





Ya veis, sé que muchos me queréis muerto, pero sigo vivo y coleando. Y hablando de colear, a ver si mojo el churro estos días y compruebo si mi dieta tiene efectos secundarios con respecto al sexo. Y de regalo, una canción de la compositora que más promociona el restaurante por todo el mundo:

martes, 1 de junio de 2010

DÍA DOS: McPollo


Acabo de degustar un nutritivo y potente menú McPollo para la cena, tras el visionado de la divertida y violenta Kick-Ass (Nicolas Cage nunca resultó tan convincente, ni tuvo mejor peluca) en el cine. Noto cómo las arterias se saturan... de amor hacia la mal llamada comida basura, pues algo es retenido por el cuerpo para alimentarnos, que no quepa duda, pues a mí no me entra el hambre al poco rato, como sí sucede con la comida china (seguro que en Oriente comen jamón y tortilla, y tienen más McDonald´s que en ningún otro lugar). Mi corazón late con normalidad y estoy feliz. Supongo que el Spurlock, al hacer el documental, no estaba contento con su curro, familia o amigos, y por eso estaba tristón todo el tiempo, o a lo mejor fue obligado a ver la serie completa de Sexo en Nueva York.

Esta mañana también me he alimentado gracias a un menú pollino, que he saboreado varias horas después de comprarlo, por lo que la comida estaba fría, la bebida calentuja y las patatas bañadas en Nestea. Pero he comido bien. Si fueran lentejas, mi madre estaría orgullosa (espero que no se entere jamás de esto que estoy llevando a cabo, pues ella también ha sido engañada por los medios de comunicación y los mensajes subliminales de los supermercados). Por la noche, la bebida ha consistido en Fanta. Por consejo de un buen amigo, que probablemente me quiere ver muerto, a partir de ahora pediré también postre de cuando en cuando, para paladear el dulce McDonaldero (tarta de manzana, McFlurry, conos de helado...), donde la variedad no tiene límites.


Tras la comida, mi creatividad ha fluido como un manantial de lubricante, no me he encontrado cansado (a pesar de estar caminando un buen rato) y sólo he giñado por la mañana. Además, una cacota de esas que salen limpias y te dan gustillo y todo. Durante mi reflexión en el váter, me he vuelto a preguntar una vez más, por qué no se sirve la comida a domicilio en el McDonald´s; supongo que no compensará o todo se quedará frío con facilidad, pero en lugares como Guatemala, a años luz de nosotros, ya lo están haciendo los muy. Que alguien les copie, por favor:

http://www.deguate.com/artman/publish/gestion_protagonistas/McDonald_s_Express_Pionero_en_ofrecer_Servicio_a_D_13467.shtml

También he recordado lo aburrido que era el videojuego para Nintendo basado en el famoso personaje de Ronald McDonald, donde tenías que recolectar toda la comida posible, así como las emes rojas del logotipo, imitando el estilo del Super Mario, pero quedándose a la altura del betún, en comparación con este despollante juego:



En serio, no me encuentro mal de salud ni veo aún la luz al final del túnel. Puede que mañana mande un mail a McDonald´s España por si quieren financiar mis consumiciones en sus locales, a cambio de publicidad a través de mi blog, y es que comer es un placer, pero ya si es gratis, te lleva al orgasmo; de ese modo, mi experimento duraría más tiempo. Y hablando de orgasmos, mi vida sexual no se ha visto resentida: gasto la misma cantidad de papel higiénico que antaño.

Y para aquellos (creo que son dos) que piden mayor interactividad en mi blog, les propongo echar una partida al juego online de McDonald´s, donde puedes montar tu propio restaurante, explotar a tus trabajadores y animales, o sobornar a nutricionistas. Por supuesto, yo nunca he jugado ni me interesa. Y el que crea ciegamente en este juego, que se plantee lo mismo con el Super Mario, Tetris o Pac-Man, para descubrir si debería estar mejor en un manicomio.

Saludos a tutis.